Ser palabra...

Porque sabes lo que pierdes cuando las palabras palpitan en el aire. Salieron de tu boca y ya no te pertenecen, ya no son tuyas.Si hubieras callado, todo seguiría igual y la frontera de lo imaginado no se hubiera roto.

¡Qué tonta eres!Ya nada será... La palabra pensada tenía miles de matices. Y formas. Y sentidos. Podías modelarla a tu antojo en tu interior. Cuando aún no fue pronunciada era sólo tuya.

En cuanto verbalizas con tu boca una palabra, sea la que sea, ya no te pertenece. Da igual su significado. Puede ser de amor, odio, guerra o paz. Ya es libre...

Seguramente la entonación, ensayada previamente dos mil millones de veces frente al espejo, no fue justamente la que querías darle.

Y ya no hay remedio porque se escuchó en el aire. Giró la cabeza hacia ti y no se calló para disfrutar del instante. No permitió que la palabra vibrara, que tomara forma, que empezara a ser. Que cogiera fuerza para demostrarle el poder de su propio significado.

Habló para contestar y rompió el poder que yo le había dado.

Chayo