Mónica Tello

lunes, 8 de septiembre de 2008

 

La música, a veces, tiene la suerte de toparse

en su camino con un alma blanca y pura,

que inspira en su corazón

las notas musicales,

las hace latir en su interior

y las transforma

en movimiento de manos flamencas,

de caderas árabes

y belleza de Mujer.



Sentir la Magia del Baile

en el interior,

y saberlo transmitir

no es nada fácil..

Ella lo consigue pausadamente,

con rabia flamenca a veces,

con ondulaciones de vientre

y con palabras

que te hacen sentir viva

y deseas que nunca

acabe la tonadilla

para no parar de bailar....



¡¡¡Tres horas contigo...saben a muy poco Mónica!!!

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola guapaaa!!!!!!!!!
Qué bien conocerte por fin en persona!!!!!!!
Despues de tanto leerte se hace raroooo!!!!!!
Cómo te gusta tanto bailar??????
bssssssssssssss

Celeste dijo...

Enhorabuena por Mónica Tello de la que me cuentan maravillas.

En cuanto a Chayo tengo que decir que cada persona es algo, algo que no tiene nada que ver con su profesión o sus títulos o con qué haga en la vida. No es ser fontanero, abogada…no es eso.
Es el vibrar de su ser, y qué dice de la persona ese vibrar suyo que es lo que mejor le identifica.
Chayo es música.
No es que baile, no es que escuche música, no es que le guste…
Es música. Ese es su vibrar. Eso es lo que se ve desde fuera al sentirla.

Tenía que decírlo.

(Si todos supiéramos vernos así e identificarnos con eso que realmente somos, todo sería más fácil)

Abrazo grande y lleno de sones para ti querida paradoja.

Anónimo dijo...

Qué bonitoooo!!!!!!!!!
Querida música, me podrias guardar un cartel de Astorga de recuerdo?

bsssssssssssss

Ego dijo...

Al decir “cállate” me brilló un beso
que amortiguó tu verbo tan dañino,
el amor sabe efímero su sino
e inútil de explicarlo con el seso.
Mas dentro de tu pecho palpitaba
un corazón henchido fuertemente;
lo acaricié despacio, levemente,
por si con las caricias lo dañaba.
A punto de explotar mi boca estaba
y de decir “te quiero con locura”,
pero si lo decía se delataba.
Dueña parcial de toda tu hermosura,
eternizar la noche deseaba
o morirme abrazada a tu cintura.